La Ley del Seguro Social de 1973 y su posterior modificación en 1997, establecen las bases y los requisitos para la obtención de las distintas modalidades de pensiones en el IMSS que se contemplan en México. La finalidad de estas prestaciones es garantizar el bienestar económico de los trabajadores y sus familias después de la jubilación, invalidez o fallecimiento. En este artículo, se detallarán los diferentes tipos de pensiones que establece la ley, sus requisitos y las consideraciones importantes que los trabajadores deben tener en cuenta para acceder a estos beneficios.
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Las pensiones en el IMSS que están contempladas por la Ley son:
Un poco de historia de las pensiones en el IMSS
Las pensiones en México han experimentado cambios sustanciales a lo largo de su historia, cuyas modificaciones se reflejan principalmente en las leyes del seguro social de 1973 y 1997. Estas leyes marcan dos sistemas de pensiones distintos en el país y representan épocas diferentes en la evolución de la política de seguridad social mexicana.
La Ley del Seguro Social de 1973 estableció un régimen de pensiones de beneficio definido, en el cual los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tenían derecho a una pensión garantizada al momento de su jubilación. Este monto se calculaba en función de las cotizaciones realizadas a lo largo de su vida laboral, la edad de retiro y el salario promedio de los últimos años trabajados. Este sistema, también conocido como el régimen de reparto, se basaba en el principio de solidaridad intergeneracional, en el que los trabajadores activos financiaban las pensiones de aquellos que ya se encontraban jubilados.
Sin embargo, la crisis económica de los años ochenta y noventa, junto con el envejecimiento de la población y el incremento en la esperanza de vida, generaron una serie de desafíos para el sistema de pensiones mexicano. El régimen de reparto se volvió insostenible a largo plazo, ya que los recursos destinados al pago de pensiones resultaron insuficientes para cubrir las necesidades de la creciente población jubilada.
Ante esta situación, en 1997 se promulgó una nueva Ley del Seguro Social que introdujo un sistema de pensiones de contribución definida, también conocido como el régimen de cuentas individuales. Bajo esta normativa, los trabajadores cotizan a lo largo de su vida laboral en una cuenta individual administrada por una Afore (Administradora de Fondos para el Retiro), la cual invierte los recursos en instrumentos financieros con el objetivo de generar rendimientos que permitan financiar la pensión al momento del retiro.
Este cambio en la ley buscaba garantizar la viabilidad financiera del sistema de pensiones a largo plazo y fomentar la responsabilidad individual de los trabajadores en la conformación de su pensión. Sin embargo, también implicó una serie de desafíos, como la disminución en el monto de las pensiones, las comisiones cobradas por las Afores y la necesidad de incrementar la tasa de ahorro para garantizar una pensión digna.
Actualmente, los trabajadores en México pueden optar por pensionarse bajo el régimen de la Ley del 73 o del 97, en función de su fecha de ingreso al IMSS y sus condiciones particulares. Sin embargo, el sistema de pensiones mexicano sigue enfrentando retos importantes, como la baja tasa de afiliación al IMSS, la informalidad laboral y la necesidad de garantizar pensiones dignas y suficientes para la población jubilada.
En este contexto, el conocimiento de las leyes del seguro social de 1973 y 1997 resulta fundamental para los abogados especializados en derecho laboral y seguridad social en México. Estos profesionales deben estar al tanto de las implicaciones legales y las opciones disponibles para sus clientes en materia de pensiones, así como de los posibles cambios normativos que puedan impactar en el futuro del sistema de pensiones en el país.